Créditos y préstamos al consumo

¿Qué son los créditos y préstamos al consumo?
Hoy en día existen discrepancias a la hora de definir qué son los préstamos al consumo. La definición legal de los mismos es demasiado amplia y no acota demasiado bien dónde empiezan y dónde acaban.
De todas maneras, la definición más común (y generalmente aceptada) es que los créditos y préstamos al consumo son todos aquellos otorgados a una persona física independientemente de la finalidad del mismo. O en otras palabras: cualquier préstamo que solicite una persona para adquirir un bien.
El único límite que establece la ley es que NO se trate de préstamos y créditos solicitados por empresas ni personas jurídicas; ni que la finalidad de los mismos sea comercial o profesional.
Características de los préstamos al consumo
Si bien su definición es muy amplia, sus características son acotadas y diferentes a las de los préstamos personales.
- Pueden ser ofrecidos por otras instituciones además de las bancarias. De hecho, son los mismos empresarios o comercios los que pueden ofrecer al cliente esta vía de financiación.
- Cantidades limitadas. Mientras que otros préstamos se rigen por porcentajes o los ingresos del solicitante, los préstamos al consumo tienen unos valores fijos: entre 200 € y 75.000 €.
- Además del préstamo, existen otras modalidades de financiación. La empresa, comercio o entidad que ofrezca este servicio puede también ofrecer la financiación a través de pagos aplazados, anticipos o tarjetas de crédito.
Pasos para solicitar un crédito al consumo
Los pasos a seguir para solicitar un crédito o préstamo al consumo son muy simples:
- Define qué quieres adquirir con el préstamo.
Al tratarse de créditos de consumo, debe quedar claro para qué necesitas ese dinero. Qué querrás comprar con él. - Elige la entidad que te otorgará el crédito o préstamo.
A diferencia de otros tipos de préstamos, en este caso podrás elegir quién te presta el dinero. Y es que muchas veces el comercio o empresa que te venda el producto te ofrecerá una financiación concreta. - Llega a un acuerdo con el prestamista.
Define la cantidad a prestar, la modalidad de financiación y las condiciones del crédito. Después solo te quedará firmar (¡y devolver el dinero en los plazos establecidos!).
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Los pros y los contras
Como todo producto financiero, el préstamo al consumo cuenta con una serie de ventajas y desventajas en función de cómo se mire.
Los principales pros de este tipo de créditos y préstamos son la facilidad de acceso a los mismos. En general son accesibles para todas aquellas personas que deseen adquirir un servicio o bien en concreto.
Otra de las ventajas es la diversidad de modalidades que ofrecen este tipo de préstamo. Gracias a ello, la persona interesada tiene la opción de elegir qué financiación se adapta mejor a sus necesidades.
Por el lado de los contras, nos encontramos con los riesgos comunes de cualquier préstamo.
Sobreendeudamiento, impagos, problemas de liquidez… Siempre hay que tener en cuenta esta posibilidad.
Qué tener en cuenta antes de solicitar un préstamo al consumo
Además de evaluar si realmente es necesario recurrir a un préstamo o crédito al consumo, estas son algunas de las variables que no puedes olvidar:
- Las condiciones del préstamo – Aunque inicialmente parezca la opción más conveniente, es importante evaluar el impacto total de este tipo de préstamos sobre el coste real del servicio o bien que queremos financiar. La letra pequeña puede esconder muchas cosas.
- Tu solvencia económica – Siempre hay que evaluar las finanzas de uno mismo. ¿Podré hacer frente al pago? ¿Mi estabilidad económica es suficiente? ¿Tengo medios suficientes para un imprevisto? No hay que dejar nada suelto.
- Los plazos y los impagos – No hay que olvidar la duración de los créditos rápidos y las posibles penalizaciones que supondrá no cumplir con ella. En el caso de los préstamos al consumo, el valor total puede dispararse en caso de impago.
Consejos para decidir si es la opción correcta y cómo elegir el mejor préstamo
Lo más importante a la hora de decidir entre un préstamo u otro es ser realista. Encontrar una solución viable y a la que poder hacer frente sin pasar apuros es indispensable para que no te pase factura.
Aquí tienes algunos consejos:
- Compara siempre opciones – Ya sea a través de un comparador o a través de una investigación llevada a cabo por ti mismo. El objetivo es tener todas las cartas sobre la mesa y no apostar a una sin contexto.
- Revisa bien el TAE – Muchos créditos no hablan de él. Todo parece un camino de rosas hasta que te topas con él y el coste total del préstamo se dispara. Búscalo en la letra pequeña.
- Escoge entidades solventes – No es oro todo lo que reluce. Asegúrate de investigar a la entidad o comercio que te ofrece el préstamo. Muchas veces puedes encontrarte con problemas de solvencia o estafas.



