¿Qué es un Fondo de Emergencia?

En toda economía familiar, y en la de cualquier persona, se fija una planificación de ingresos y gastos, estableciendo los gastos periódicos permanentes y cuáles son variables o contingentes.

Lo ideal es que los ingresos superen ampliamente los gastos pero lamentablemente en muchos casos no es así. Son muchas las familias y personas que ven cómo la brecha entre unos y otros es muy pequeña, siendo muy difícil ahorrar. Precisamente en estos casos se hace más necesario crear un fondo de emergencia puesto que de lo contrario estaremos desnudos ante imprevistos. Ahora veremos lo qué es, en qué consiste y el fundamento del mismo.

¿Qué es un fondo de emergencia?

El fondo de emergencia es un término económico y presupuestario que se define por sí mismo. Un fondo de emergencia es una cantidad de dinero que recibimos de nuestros ingresos o que ya tenemos con anterioridad, que apartamos y queda reservada para afrontar un gasto imprevisto e inaplazable. Imagínese una reparación del coche o una factura de un dentista. Son gastos de cierto importe que pueden desequilibrar nuestro presupuesto.

Si carecemos de ahorro ordinario o de un fondo de emergencia nos veremos obligados a pedir financiación o no podremos afrontar estos gastos. El fondo de emergencia es algo que todo el mundo debería tener, no obstante muchas veces, bien por exceso de confianza o por una mala planificación, se carece de él.

¿Por qué un fondo de emergencia?

Es obvio que un ahorro- previsión contribuirá a nuestra mayor tranquilidad y una mayor estabilidad económica frente a imprevistos. Es posible que actualmente la situación económica personal sea favorable y tal vez se pueda pensar que la holgura de los ingresos no haga necesario preocuparse por un fondo de emergencia ni nada parecido, pero esta situación de bonanza, aunque no lo deseamos, puede cambiar, ya que la vida puede dar muchas vueltas.

Un despido, una situación de ERTE, un negocio ya no tan rentable, una crisis económica o una hiperinflación, son factores que pueden convertir nuestra situación financiera en algo agobiante. De ahí la necesidad de tener un fondo de emergencia, no solo para situaciones puntuales de falta de liquidez por gastos imprevistos sino también para posibles épocas de “vacas flacas”.

¿Cómo debería ser?

No hay verdades universales sobre el tamaño y cuantía que debe tener nuestro fondo de reserva.

Unos dirán que cuanto más grande mejor y que ahorremos todo lo que podamos,pero creemos que sí es posible hay que disfrutar de la vida y cuando la situación lo permite, no ahorrar todo y darse algún capricho.

Por el contrario, otros dirán que poco dinero es suficiente, que no hace falta ahorrar mucho.

Lo cierto es que esto es una cuestión que habría que analizar caso a caso ya que no todas las personas tienen los mismos ingresos ni los mismos gastos. Por ello, si tenemos que establecer un criterio diríamos que al menos hay que intentar reservar un entre un 5 y un 10 % de los ingresos para el fondo de reserva. En cuanto al importe que ha de alcanzar el fondo, tener una cifra de entre 300 y 1000 euros nos permitirá afrontar un gran número de gastos extras y repentinos.

¿Cómo acumular un fondo de emergencia?

Hay distintas estrategias a seguir para constituir un fondo de emergencia pero en todas ellas lo que hay que tener presente es la conciencia de ahorrar y destinar una parte de nuestro ahorro a constituir este fondo.

Y muchos pensarán ¿Cómo puedo hacerlo?, lógicamente todo pasa por ahorrar de alguna manera, y evidentemente las personas con mayores ingresos tendrán más facilidad para hacerlo pero es posible constituir este ahorro y apartarlo aunque nuestros inputs sean bajos.

La estrategia general es tratar de apartar una pequeña cantidad de dinero mes a mes de lo que podamos ahorrar, por pequeña que sea, aunque sean 10 euros.

No caer en la tentación de gastarlo al ser una cantidad pequeña y pensar que esos 10 euros son un pequeño grano de arena en la creación de nuestro fondo y que suma a suma alcanzará una cantidad de cierta relevancia. Cada uno aportará lo que pueda. Otra opción es utilizar un dinero extra que percibamos para constituir ese fondo, por ejemplo, el dinero de una indemnización o bien una devolución tributaria.

¿Dónde guardar este dinero?

Se puede guardar de muchas formas. Puede guardarse en efectivo en una caja fuerte, bajo la cama o dentro de una caja de galletas. Sin embargo, si optamos por el efectivo estamos asumiendo algunos riesgos:

• Estamos expuestos a la tentación de usarlo al tenerlo a la vista
• También corremos el riesgo de que alguien entre en nuestro domicilio y nos lo robe
• Otro riesgo, o más bien una realidad, es que veremos cómo pierde valor ya que no podemos parar los efectos de esa asesina silenciosa que es la inflación.

Si queremos evitar lo anterior, lo aconsejable es buscar un depósito bancario que ofrezca algo de rentabilidad sin comprometer la seguridad del capital. Hay distintos productos que sirven para constituir un ahorro y obtener un rendimiento aunque sea pequeño, que están disponibles en caso de imprevistos y sin penalizaciones.

También es posible depositarlo en una cuenta a la vista pero en este caso debemos asegurarnos que las comisiones no se comen nuestro fondo de emergencia.

Para finalizar hay que dejar constancia de que si nuestro fondo de emergencia no es suficiente para atender un determinado gasto imprevisto, tenemos la mejor alternativa posible que se llama Moneyman.

Moneyman es una de los mejores portales financieros en la concesión de microcréditos. Destaca por su agilidad tanto en la solicitud como en la resolución y puesta a disposición del importe requerido.

Gracias a este portal financiero podemos estar más tranquilos frente a gastos extras no recurrentes, puesto que podemos conseguir de forma rápida, sencilla y totalmente online hasta 300 euros sin intereses el primer mes, a través del sitio web y de la aplicación móvil (App Store o Google Play).