Cuando un trabajador se encuentra inmerso en un conflicto laboral y este puede implicar la suspensión temporal de su actividad profesional, es decir, que hasta que se resuelva ese conflicto no acuda a trabajar, ¿debe cobrar? Sí, y lo que cobra es el salario de tramitación.
En este artículo veremos cómo se calculan esos salarios de tramitación y otro tipo de cuestiones que, si estás inmerso en un proceso de ese tipo, te interesará. O aunque lo estés, ya que todos podemos vernos envueltos en un conflicto laboral y, claro, hasta que se solucione tenemos derecho a cobrar.
¿Cómo se calculan los salarios de tramitación?
Ahora que tenemos unas nociones básicas sobre qué son los salarios de tramitación, vamos a ver cómo se realiza el cálculo de la cantidad a percibir, por el trabajador, en ese delicado contexto.
Para dar con la cifra que cobrará el trabajador en litigio, se tiene en cuenta el salario que cobraba el trabajador antes de su despido (circunstancia más habitual de este tipo de conflictos) pero dividido en días. Luego se calcula esa cantidad de dinero diario y los días que transcurrieron desde el despido o la notificación de la sentencia que declara la improcedencia o nulidad del despido.
Por pasos, tendríamos las siguientes fases:
- 1. Determinar cuál era el salario diario. Algo no especialmente complicado para un contable o personal de administración. Hay que tener en cuenta el salario base, los complementos salariales como (antigüedad, peligrosidad, nocturnidad, etc.) y pagas extraordinarias prorrateadas y otros conceptos salariales recurrentes.
- 2. Calcular el periodo de tramitación. Aquí hay que tener en cuenta los días transcurridos desde la fecha del despido hasta la fecha de la readmisión efectiva o hasta la fecha en que se notifica la sentencia judicial que declara el despido improcedente o nulo. Después se multiplican dichos días por la cantidad que se percibía diariamente (es decir, la nómina anual dividida en 365 o 366 si el año es bisiesto, aunque también se puede tomar la nómina mensual y dividirla por 30). Siempre en cifras brutas.
Así, si la nómina de un trabajador era de 2000 euros brutos, al dividir por 30 nos sale a 66,7 euros/día. Si han pasado 20 días desde la fecha del despido, el trabajador deberá cobrar 66,7×20 es decir, 1.334 euros.
¿Cómo tributan los salarios de tramitación?
Otra cuestión que preocupa a los afectados por conflictos laborales, sobre todo si cursaron en despido (y por tanto la nueva situación es de desempleo), es la fiscal. ¿Computan aparte esos días o forman parte del sueldo de todo el año?
Más bien lo segundo, porque los salarios de tramitación tributan como rendimientos del trabajo en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) en España. Esto significa que se integran en la base imponible del trabajador y están sujetos a retenciones a cuenta del IRPF, igual que el salario ordinario.
Además, estos salarios están sujetos a las cotizaciones a la Seguridad Social correspondientes. En el momento de recibir estos pagos, el empleador debe aplicar las retenciones pertinentes y realizar las cotizaciones a la Seguridad Social, como si se tratara de salarios ordinarios, asegurando así el cumplimiento de las obligaciones fiscales y laborales.
¿Y cuál es el salario de tramitación de un despido nulo?
Si el trabajador finalmente no es despedido, es decir, se incurre en despido nulo, tras varios días de resolución del conflicto (con los correspondientes, si procede, contenciosos administrativos, es decir, juicios), el trabajador deberá recibir el salario de tramitación que señalamos al principio del artículo: es decir, la parte que le correspondería, exactamente, si hubiera trabajado esos días.
¿Cuando un despido disciplinario es declarado improcedente el trabajador cobrará salarios de tramitación? Antes de responder a la pregunta, hay que recordar que no es lo mismo el despido nulo que el despido improcedente. El nulo está basado en la violación de derechos fundamentales o situaciones protegidas (despedir a alguien por su color de piel, por ejemplo) y el improcedente. Por otra parte, el improcedente es un despido sin causa justificada o incumplimiento de procedimientos: en otras palabras, al jefe le caes mal y decide ponerte de patitas en la calle. Eso, claro, por suerte, supone una falta por parte del empleador que tendrá que ser castigada con la indemnización correspondiente y con el pago del salario de tramitación si se demuestra que, en efecto, el despido fue improcedente.
- Rentabilidad de las letras del tesoro: España y cálculo
- Guía de los depósitos a plazo fijo
- ¡Información útil sobre minicréditos en nuestro sitio web!
¿Y el salario de tramitación con Fogasa?
Recordemos que FOGASA es un organismo público que depende del Ministerio de Trabajo y Economía Social, y su función principal es garantizar el pago de salarios e indemnizaciones a los trabajadores en caso de insolvencia o concurso de acreedores de sus empleadores.
Así, se erige como un elemento de intermediación que puede ser de gran utilidad para defender los derechos de los trabajadores, sobre todo en aquellos casos de empresas, digamos, con problemas de liquidez.
En los casos en que la empresa que ha despedido no esté realizando el pago de las indemnizaciones pertinentes, los trabajadores afectados deben presentar una solicitud a FOGASA para que este organismo cubra los salarios de tramitación. Esta solicitud debe incluir la resolución judicial que declara la insolvencia de la empresa y la cuantía de los salarios pendientes.
El número máximo de días que cubre FOGASA es de 120 días y, una vez aprobada la solicitud, FOGASA abona directamente al trabajador las cantidades correspondientes, dentro de los límites establecidos.
En cualquier caso, si te encuentras en una situación de falta de liquidez porque tu empresa ha prescindido de tus servicios y aún no has cobrado el salario de tramitación, no desesperes. Recuerda que Moneyman te ofrece préstamos rápidos sin papeleos, de 200 a 1000 euros, que podrás devolver cuando mejor te venga.
Ponte en contacto con nuestros asesores comerciales y ellos te guiarán en el proceso. ¡No dura nada! Ah, y ahora puedes hacer la devolución por Bizum. Get your money, man!