Si piensas que por tener un salario pequeño no puedes llegar a ahorrar algo de dinero estás equivocado. En este artículo te vamos a dar una serie de consejos para que los tengas en cuenta si lo que necesitas es ahorrar, a pesar de que tu sueldo sea pequeño.
Empieza por medir tus gastos
Lo primero es lo primero, medir tus gastos. Necesitarás saber cuanto dinero gastas a final de mes para saber de todo el dinero que ingresas cuanto necesitas gastar por obligación. A la hora de llevar a cabo este cómputo de gastos es importante tener en cuenta la procedencia de cada uno de estos y empezar a valorar si se trata realmente de un gasto necesario.
Te recomendamos que lleves tus cuentas con papel y boli. A pesar de que se trata de una forma tradicional que puede llegar a chocar con toda la tecnología que existe hoy en día, lo cierto es que resulta mucho más sencillo poder llevar las cuentas y te permite anotar cada gasto casi al instante.
Haz un apartado para tus gastos y fijos y apunta todos los que no te puedes desprender de ellos. Aquí añadirías la hipoteca, el seguro del coche, la línea de internet, los dedicados a la comida… En otro apartado añade todos aquellos gastos que sean referentes al ocio. Con la suma de estos dos tipos de gastos tendrás mucho más claro el dinero que te queda a final de mes.
Evidentemente, si la suma de ambos apartados es superior a tu salario deberías de empezar a eliminar gastos que se encuentren en el apartado de ocio. De hecho, cuanto más dinero pretendas ahorrar más gastos de ese apartado deberías de eliminar.
Márcate objetivos financieros
Te resultará mucho más sencillo ahorrar cada mes si te marcas una cantidad como objetivo. Procura que esta cantidad sea factible, acorde a los gastos que hemos mencionado anteriormente.
Por ejemplo, puedes plantearte ahorrar 200€ al mes. Si tienes un control de gastos esos 200€ de ahorro deberías de computarlos directamente como gasto para evitar gastar más dinero a mayores. Dependiendo de como vaya el mes, es probable que incluso puedas llegar a ahorrar más de esa cantidad, pero procura llegar como mínimo siempre a dicha cifra.
En este caso vemos que computar los gastos y tener una mayor conciencia de ellos es fundamental para poder tener controlado en cada momento cuánto llevas gastado. Dependiendo de como vayas a lo mejor tienes que quitarte de algún pequeño capricho para poder llegar a ese dinero que quieres ahorrar. Sin embargo, no te preocupes, quitarse estos caprichos es algo temporal ya que perfectamente el mes que viene puede ir mejor.
Aprovecha las ofertas y compra de forma inteligente
Una buena forma de reducir gastos y así facilitar el ahorro es comprar de forma inteligente. Aprovecha cuando veas alguna oferta y, por supuesto, trata de evitar al máximo las compras compulsivas.
Invertir algo más de tiempo en mirar dónde un producto se encuentra más barato o apostar por nuevas marcas blancas es una buena forma de empezar a ahorrar dinero. Aprovecha los cupones del supermercado, las tarjetas de descuento… en definitiva, todo aquello que te ayude a que tu compra resulte más barata.
Busca aficiones que sean baratas
Una buena forma de ahorrar es invertir el tiempo en aficiones que no te cuesten mucho dinero. Disfrutar de un paseo por el parque, llevarte a casa un libro de la biblioteca o hacer deporte en casa son aficiones que te permitirán invertir una importante cantidad de tiempo sin gastar nada de dinero.
Mantenerse ocupado es fundamental y, afortunadamente, en este mundo todavía existen cosas gratis. A lo mejor descubres lo interesante que es dar un buen paseo o aprovechas para pasar un poco de tiempo de ocio en el ordenador. Con estos pequeños gestos reducirás el gasto a final de mes y te quedará más dinero para ahorrar.
Elabora un presupuesto
Trata de dividir tu salario en tres partes. Si tienes un salario de 1.000€, por ejemplo, una buena idea es destinar 500€ a las necesidades básicas como son el pago de la vivienda o la comida, destinar 300€ al ahorro y 200€ para ocio.
Por supuesto, las necesidades de cada persona son diferentes y tal vez en tu caso necesites dedicar algo más de dinero a las necesidades básicas. Sin embargo, teniendo siempre un presupuesto claro te resultará mucho más sencillo organizarte y, por lo tanto, podrás aprovechar mucho mejor tu dinero.
Siempre que necesites ajustar esa proporción jamás reduzcas la parte del dinero que se utiliza para pagar los bienes esenciales. Por mucho que quieras ahorrar no puedes dejar de pagar la casa o reducir el gasto en comida. Ahora bien, como hemos visto en un apartado anterior, siempre puedes comprar la comida de forma más inteligente para ahorrar dinero en la compra y así poder aprovechar esa partida mucho mejor.