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Renting de coches: todo lo que necesitas saber

La propiedad está bien, pero no lo es todo. Porque la propiedad te ata, te limita; al comprar algo estás firmando, sin tu saberlo, un contrato de permanencia por muchos años. Tanto como te dure el producto, en este caso un coche, sin averías, es decir, muchos años, el máximo de años posible.

Esto está bien a priori, aunque también le quita chispa a la vida. Está bien que no cambies de pareja cada dos por tres, ¿pero por qué no hacerlo de coche? ¿Acaso no cambias de ropa, de móvil, de gafas cada vez que te apetece? Pues por qué no cambiar también de coche. Porque hay muchos tipos de coches y cada uno ofrece una sensación y unas prestaciones distintas. ¿Vas a pasar por este mundo sin disfrutar de un deportivo? ¿Vas a perderte la emoción de conducir un todoterreno por aquellos caminos encharcados en otoño que no te atreves a atravesar con tu discreto turismo?

El renting de coches ha llegado para quedarse. Si eres un enamorado del motor, sigue leyendo porque esto te interesa. Pero empecemos por el principio.

¿Qué es el renting en coches?

El término “renting” proviene del inglés “to rent”, que significa alquilar. Aunque en sus orígenes el renting tenía una amplia aplicación, con el tiempo se ha especializado principalmente en el sector de la automoción, aunque también se utiliza para el alquiler de equipos en otros sectores como la fotografía o la industria.

El renting se define por ofrecer un contrato de alquiler que reemplaza la necesidad de adquirir un bien, como por ejemplo un vehículo. Este tipo de contrato se caracteriza por ser a largo plazo, a diferencia del servicio de alquiler de coches (“rent a car”) que a menudo vemos en los aeropuertos, que ofrece alquileres por días o períodos de vacaciones, generalmente no superiores a un mes.

En el caso del renting, los plazos son considerablemente más extensos y se establecen mediante un acuerdo entre la empresa proveedora del servicio (arrendador) y el individuo o empresa que contrata el servicio (arrendatario).

¿Cómo funciona el renting de coches para particulares?

Incidimos en el matiz de renting para particulares porque, tradicionalmente, este servicio era muy usado para empresas. Por ejemplo, empresas de vehículos de transporte con conductor (VTC) que, en lugar de adquirir toda la flota de coches, con el gran desembolso que eso conllevaría, firmaban un contrato de alquiler a largo plazo, o renting, para asegurarse la explotación de esos vehículos durante un tiempo determinado y sacarles el máximo rendimiento pero sin tener que comprarlos. Es decir, pagando una cuota al mes por hacer uso de ellos. Y, disfrutar, según las condiciones, de servicio de reparación, recambios, sustituciones de vehículos en el caso de averías, etc.

Pero volvamos a lo que nos atañe: qué es el renting y cómo funciona. Como en todo acuerdo entre una empresa y un particular, habrá que firmar un contrato, que debe incluir cláusulas como estas:

• Plazos. Aunque existen contratos de renting por períodos mensuales, la mayoría establece un compromiso mínimo de dos años, lo que equivale a veinticuatro meses de vinculación. Durante este período, el arrendatario se compromete a abonar las cuotas estipuladas, a mantener el vehículo en buen estado y a cumplir con las cláusulas acordadas, como la que prohíbe el subarrendamiento.
• Servicios que se ofrecen. Además de establecer un límite de kilometraje, el contrato especificará los servicios que están cubiertos, como el mantenimiento, las reparaciones, el seguro y la asistencia en carretera, entre otros.
• Precio del servicio. El contrato detallará la tarifa a pagar, incluyendo las cuotas correspondientes a cada mes de duración del contrato, así como cualquier variación en el pago que pueda surgir durante diferentes etapas del servicio de renting.

Ventajas de contratar un servicio de renting para vehículos

El renting tiene más beneficios de los que quizá pensabas. Aquí van algunos:

• Disfrute sin permanencias. Una de las ventajas fundamentales del renting es la posibilidad de disfrutar de un bien, como un coche, durante un periodo de tiempo predefinido sin compromisos a largo plazo. Esta modalidad evita preocupaciones como el deterioro del vehículo con el paso de los años, los trámites relacionados con la venta o el desguace, entre otros. Eso sí, como ya se dijo, no se puede cambiar de coche como de camisa, digamos, y sí deberás comprometerte al menos un mínimo de dos años para disfrutar del vehículo ‘rentado’.
• Renueva tu vehículo más a menudo. Con el renting, puedes estrenar un coche nuevo cada cierto tiempo sin que tus amigos o conocidos sepan que estás utilizando esta modalidad. Puedes elegir entre una variedad de modelos y estilos dentro de las diferentes gamas que ofrecen los concesionarios de renting, desde los más lujosos hasta los más básicos. El renting te permite la posibilidad de concederte tus caprichos más tentadores. ¿Sabías que existe el renting de coches clásicos? Así es: si quieres sentirte dentro de la película de Paseando a Miss Daisy, podrás optar por esta modalidad ya que, como habrás imaginado, comprarte un coche antiguo sale por un ojo de la cara.
• Olvídate del mantenimiento. Aunque el coste del mantenimiento está incluido en el contrato de renting, esta modalidad te brinda la tranquilidad de no tener que ocuparte de los trámites relacionados con las reparaciones o el cambio de neumáticos. Con el renting, te olvidas de negociar facturas o preocuparte por no entender los detalles técnicos del vehículo.
• Ideal para estancias en el extranjero. Si te encuentras en un país extranjero debido a un traslado laboral u otra razón, el renting es una alternativa perfecta para disponer de un vehículo durante tu estancia. En lugar de comprar un coche, el renting te ofrece flexibilidad y comodidad sin los inconvenientes de la propiedad a largo plazo.
• Beneficios del renting para jubilados. Aquellos pensionistas que disfrutan de su jubilación anticipada o que ya han llegado a la edad de la jubilación regular, pueden acogerse a diversas ventajas que, por su condición, las compañías de renting les ofrecen. Porque quizá sea tarde (hay que asumir los hechos) para disfrutar de un coche por varias décadas, la opción del renting, con sus plazos limitados en el tiempo y el ahorro en complicaciones (como todas las relativas al mantenimiento y negociaciones con el jefe del taller para que haga la trece catorce con el presupuesto), es idónea para los jubilados.

Ahora que ya sabes cómo es el renting de coches para particulares, ¿te animas a probar esta fórmula?