¿Qué es el IBI? Todo lo que necesitas saber sobre el Impuestos sobre Bienes Inmuebles
Si eres parte de ese porcentaje de la población que vive de alquiler (o está en busca de uno), seguro que ya te has dado cuenta: cada vez es más complicado encontrar un lugar a buen precio y en buen estado. Es prácticamente imposible.
Con la crisis de la vivienda que estamos experimentando en nuestro país, es normal que la solución que más rentable se presente sea la compra de una vivienda. Firmar una hipoteca, pagar al mes una cantidad más moderada y volverse propietario. Y sobre: olvidarse para siempre del alquiler.
A primera vista parece la mejor opción. Menos complicaciones y menos líos. Y si tienes la posibilidad, tal vez se trate de la respuesta a esta crisis nacional. Pero como seguramente te imagines: no es oro todo lo que reluce. Hacerse propietario de una vivienda viene acompañado de alguna que otra responsabilidad.
Una de ellas es el tema central de este artículo: el famosísimo IBI. Una constante en las conversaciones entre propietarios y un quebradero de cabeza para muchos de ellos. Un impuesto que hasta que no firmas las escrituras de tu nueva casa, no conocías en absoluto. Pero que una vez que entra en tu vida, no sale de ella.
En este artículo hablaremos del Impuesto de los Bienes Inmuebles, una responsabilidad fiscal más que tienes que tener en cuenta a la hora de decidir entre comprar una vivienda o alquilarla y que tienes que considerar al organizar tus finanzas.
Si encontrar un lugar para ti y tu familia o tu negocio forma parte de tus preocupaciones del día a día, este artículo es para ti. Es importante que conozcas todo lo que implica apostar por la compra de una vivienda y tomes una decisión informada. Con conocimiento total de causa.
¿Qué es el IBI?
El IBI o Impuesto sobre Bienes Inmuebles es, como su nombre bien indica, un impuesto concreto que se aplica sobre cualquier propiedad en forma de inmuebles. O sea, que grava cualquier inmueble que tengas en propiedad. Un piso, una casa, un local o incluso un terreno. Básicamente un impuesto sobre tus propiedades.
Originalmente, el IBI nació con el objetivo de realizar un gravamen más justo entre las personas con una única propiedad y aquellas con más de una propiedad (también conocidas como grandes tenedores). La idea era que aquellos con muchos inmuebles pagaran más impuestos que los que solo contaba con un par de ellos.
Cómo se calcula el IBI
El funcionamiento del IBI es similar al del IRPF (Impuesto sobre las Rentas de las Personas Físicas). Y la lógica es que sea progresivo. O sea, que cuantas más propiedades tengas (o mayor sea tu propiedad), tienes que pagar más IBI. Todo con el objetivo de que sea un impuesto lo más justo posible.
El IBI se calcula directamente en función del número de propiedades a tu nombre y las características del inmueble que está a tu nombre: tipo de inmueble, metros cuadrados, estado, etc. Toda esta información se consulta directamente en el Registro del Catastro. Algo así como la base de datos de los inmuebles en nuestro país.
Como cualquier otro impuesto, el IBI está pensado para ser proporcional a la situación de cada persona. Pero eso no es una garantía de justicia fiscal. Existen casos en los que el IBI ha demostrado no ser representativo de la realidad económica de cada persona, de no ser justo.
Quién cobra el IBI y para qué sirve
Aunque el IBI se trata de un impuesto de carácter nacional y aplica a todas las personas (físicas o jurídicas) que tengan una propiedad, la gestión de este impuesto es local. El control, recaudación y gestión de este impuesto recae sobre los diferentes ayuntamientos del país.
Precisamente, el IBI es un impuesto muy importante para todos los ayuntamientos. Y es que cada uno de ellos es libre de hacer con esa recaudación lo que quiera (dentro de unas normas, claro). Por eso, este impuesto es clave para la financiación de las administraciones locales y los servicios que éstas prestan.
Recogida de basuras, limpieza de la ciudad, actividades anuales, cuidado de parques… Muchos de los servicios que afectan directamente a nuestro día a día son gestionados por los ayuntamientos. Y el IBI es un elemento clave para que sean realidad. Sin él, no habría este tipo de beneficios.
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¿Quién tiene que pagar el IBI?
Muy buena pregunta. Y muy buen debate, también. Técnicamente todas aquellas personas que tienen en su propiedad algún inmueble, sea del tipo que sea, tienen que aportar su parte a través del IBI. Pero en la práctica, no siempre pasa eso.
Seguramente conozcas el debate que lleva años rondando en nuestro país sobre por qué la Iglesia Católica no paga este impuesto por todas las propiedades que tiene (catedrales, iglesias, oficinas, etc.). Y es que las diferentes administraciones, instituciones y organizaciones pueden negociar y lograr algunas ventajas con este impuesto.
En cualquier caso, las personas de a pie como nosotros no tenemos escapatoria. La ley es clara: todos los propietarios tienen que pagar el IBI. Y no hay más. Si tienes un inmueble a tu nombre, te toca sacar la cartera.
Tipos de inmuebles que pagan el IBI
Podríamos decir que prácticamente todos los tipos de inmuebles pagan el IBI. Independientemente de su finalidad, su tipología o sus características, todos tienen que pagar impuestos. Pero en todo caso, podemos dividirlos en 4 grandes grupos:
- Viviendas. Allá donde vives, allá donde pagas impuestos. Dependiendo del tipo de vivienda que tengas y la cantidad de ellas, pagarás más o menos por el IBI. ¡Ah! Y aunque sean segundas residencias o las tengas en alquiler, te tocará pagar.
- Locales comerciales. Los negocios tampoco se libran. Un bar, una tienda, una oficina… Todas las propiedades para comercios y negocios también pagan el IBI.
- Naves y edificios industriales. Las grandes superficies y los edificios para las industrias también pagan el IBI. Independientemente de su tamaño o su ubicación, les tocará pagar.
- Terrenos. Aunque no haya un edificio construido, el impuesto cae igual. Ya sea un terreno urbanizable o un terreno rural, toca pagar. Incluso si se trata de un terreno para cultivar frutas y verduras.
Exenciones de IBI o bonificaciones
Aunque en teoría todos tenemos que pagar, hay algunas que otras excepciones. De hecho, son los propios ayuntamientos los que pueden decidir si realizar alguna que otra exención o bonificación de este impuesto.
Personas mayores, nuevos emprendimientos, organizaciones sin ánimo de lucro… Cada ayuntamiento define cuáles son los criterios para no pagar (o pagar menos) IBI. Dependiendo de cuáles sean sus prioridades y sus necesidades de fondos, claro.
Es relativamente común que las bonificaciones de IBI se utilicen como un incentivo para fomentar los nuevos negocios o el movimiento de industrias y empresas de un lugar a otro. Y es que, entre dos ciudades que son colindantes, si una de ellas te deja el IBI más bajo, ¿por qué no ibas a elegir esa?
Soy inquilino: ¿tengo que pagar el Impuesto sobre Bienes Inmuebles?
Muy buena pregunta. Seguramente hayas oído hablar de casos en los que, de forma indirecta, los inquilinos han tenido que hacer frente a este impuesto. Y técnicamente eso no debería ser así.
Según la ley el propietario es el único responsable de pagar este impuesto y no puede repercutir directamente este impuesto a los inquilinos. Al menos, no sobre el papel. Pero como siempre, existen formas de hacerlo saltándose la ley.
Al fin y al cabo, basta con aumentar la renta del alquiler según la estimación de IBI y, de esa forma, el propio alquiler pagará el IBI. Un truco que, al parecer, muchos propietarios ponen en práctica y que nos ha llevado a la crisis de precios actual.
¿Qué pasa si no pago el IBI?
Todos sabemos que pasa cuando Hacienda no recibe lo que le corresponde. Cuando no pagas los impuestos que te corresponden, Hacienda te busca y te pide que pagues. Y te castiga con alguna que otra sanción.
En el caso del IBI, es igual. De hecho, el hecho de no pagar el Impuesto sobre Bienes Inmuebles puede derivar en sanciones tan graves como el mismísimo embargo de la propiedad. O sea, el temido desahucio.
El IBI se tiene que pagar religiosamente. Sin excepción. Este impuesto se recauda de forma diferente en función de cada ayuntamiento, pero en la inmensa mayoría de casos se realiza de forma fraccionada. El pago del IBI suele realizarse en 2-3 pagos anuales dependiendo de cada administración. Dependerá de dónde residas. ___
¿Creías que comprar una casa iba a suponer olvidarte para siempre de los problemas asociados al alquiler? Bueno, la mayoría de ellos sí. Buscar piso, soportar a las inmobiliarias, revisar que todo esté en buen estado… Eso desaparecerá de tu vida. Pero aparecerá un nuevo protagonista: el IBI.
Si estás pensando en comprar una propiedad, recuerda hacer bien los cálculos. Cuánto te tocará pagar, cada cuánto tiempo se realiza la recaudación, si existe alguna exención en tu ayuntamiento… La clave para que el Impuesto sobre Bienes Inmuebles no te afecta negativamente es estar bien preparado.
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