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Las claves de la regla del 50/30/20: una simple estrategia para gestionar tus finanzas personales

Convertirse en una persona adulta. Tomar decisiones, tener libertad de hacer lo que uno quiera, ser independiente… Algo con lo que tanto soñábamos hace unos años, ahora es una realidad. Una realidad que, para muchos, no está siendo tan divertida como se la pintaron.

Volverse adulto significa hacerse cargo de muchas cosas. Entre ellas: uno mismo. Cuidarse, alimentarse, divertirse… Y organizarse. Con esto de la independencia, también llegan responsabilidades. Y una de ellas es la tarea de organizar las finanzas para poder vivir lo mejor posible.

 

Pero como todo en el mundo de los adultos: no es tan sencillo. No existe una fórmula secreta, un sencillo paso a paso ni un manual de instrucciones para poder organizarse económicamente y asegurar unas finanzas saludables. Todo depende de cada uno. Y un poco también de la suerte.

En Moneyman somos de los que creen que dejarse las cosas a la suerte no siempre es la mejor opción. Así que hemos preparado este artículo en el que te explicamos una estrategia para gestionar tus finanzas. Una sencilla regla que muchos siguen al pie de la letra y que les ha ayudado enormemente a organizar mejor su bolsillo.

Si tú también estás buscando (desesperadamente) una respuesta a tu falta de organización económica, quizás aquí encuentres una opción a explorar. Ya sabes: cada caso es distinto y lo que tanto funciona para muchos, puede no ser útil para otros. Todo depende de tus prioridades y costumbres.

Aquí tienes una estrategia demostrada. Una sencilla forma de organizar tus finanzas que te ayudará a priorizar, crear presupuestos y destinar parte de tu dinero a lo que realmente te importa ?

¿Qué es la regla del 50/30/20?

Te presentamos la regla que para muchos ha sido la solución a sus problemas: el método de 50/30/20. Un método especialmente ideado para gestionar de forma más eficiente tus ingresos y gastos.

La regla del 50/30/20 consiste simplemente en dividir tus ingresos mensuales en 3 categorías principales. A cada categoría se le asigna un porcentaje del total y ese dinero podrá ser destinado a los gastos que recaigan en esa categoría en concreto.

Esta regla permite, de una forma muy sencilla y efectiva, crear 3 grandes presupuestos para el día a día. Gracias a ello, es más fácil definir límites de gasto y controlar cuando nos estamos alejando del plan establecido o comprobar que estamos cumpliendo con nuestros objetivos.

Una de las principales ventajas de la regla del 50/30/20 es su sencillez. Solo se trata de realizar una división de los ingresos en 3 grandes categorías cada mes. Un hábito que, aunque al principio resulte extraño, acaba por convertirse en una lógica natural.

Cómo distribuir el dinero para seguir esta regla

Pasamos a hablar ahora de lo realmente importante. De cómo dividir nuestros ingresos en 3 grandes categorías. ¿Cuáles son? ¿Cómo sé si un gasto entra en una u otra? ¿Cuánto dinero tengo que asignarle a cada una?

Tal y como hemos mencionado anteriormente, esta regla divide los ingresos en 3 categorías a las que (como su nombre bien indica) se les debe asignar un porcentaje de 50 %, 30 % y 20 % respectivamente. Hasta llegar al 100 %.

Como te puedes imaginar, el porcentaje está estrechamente vinculado con la importancia de dicha categoría y el gasto que se suele dedicar a la misma. Es por eso que, cada categoría tiene una importancia diferente y debe ser priorizada en consecuencia.

El 50 – Las necesidades

Era de esperar. La primera categoría (y la más importante) se lleva la mitad de tus ingresos. Hablamos, por supuesto, de las necesidades de tu día a día. Todos aquellos gastos que son indispensables para que puedas vivir cómodamente y cubras todas tus necesidades.

Es importante entender que las necesidades de cada persona son completamente diferentes. Si bien todos compartimos algunas necesidades (comida, alojamiento, productos básicos, etc.), es posible que nos encontremos con personas que consideran una necesidad algo que para nosotros no lo es. Todo es cuestión de perspectiva.

Por necesidades entendemos todos aquellos gastos que son indispensables en tu día a día. Sin los que no puedes vivir de forma cómoda. Todos aquellos gastos que, independientemente de la época del año o situación personal, siempre acaban reflejados en tu cuenta corriente.

Aquí tienes un listado de los gastos más habituales en la categoría de necesidades:

• Alojamiento
• Alimentación diaria
• Transporte
• Seguros e impuestos
• Suministros y suscripciones mensuales (línea de teléfono, Internet, etc.)
• Gastos de cuidado personal (gimnasio, productos personales, etc.)

El 30 – Los deseos

Pasemos a hablar de deseos. De esa categoría que se ocupa de todos esos caprichos, necesidades secundarias o gastos que no son estrictamente necesarios (pero que es probable que acaben por ocurrir). La categoría de deseos es todo eso que no es indispensable, pero que es importante.

Aunque solo le corresponden el 30 % de tus ingresos, la categoría de deseos también es importante. Y precisamente por eso es indispensable separar parte de tu dinero para ello. Los deseos no cubren tus necesidades básicas, pero son importantes para tu bienestar.

De nuevo, cada persona tendrá un listado de deseos completamente único. Para algunos es importante salir a cenar fuera cada fin de semana y para otros tener siempre flores frescas en casa. Cada persona es un mundo.

En cualquier caso, estos son los tipos de gastos más habituales que solemos tener en cuenta al hablar de deseos o caprichos:

• Entretenimiento – Todas aquellas actividades y hobbies que nos gustan.
• Restaurantes y comida a domicilio
• Compras personales – Ropa, cosméticos y otras necesidades personales.
• Viajes y vacaciones
• Actividades deportivas
• Otros gastos – Videojuegos, suscripciones, libros, etc.

El 20 – Los ahorros

En último lugar, pero no menos importante: los ahorros. Esta última categoría se lleva el 20 % de nuestros ingresos pero siempre debe estar presente en nuestras cuentas. Y es que los ahorros no solo se refieren al dinero extra con el que contamos en el banco para posibles gastos. La categoría de ahorros va mucho más allá.

De hecho, en esta última categoría tendremos en cuenta un tema muy importante a la hora de garantizar una buena gestión de nuestras finanzas: nuestras deudas. Y es que cada mes, cuando separemos parte de nuestros ingresos, tendremos en cuenta que los ahorros deben destinarse a saldar las deudas.

Además de eso, los ahorros también pueden ser destinados a inversiones. Si nuestro 50/30 es lo suficientemente bueno, contaremos con la posibilidad de destinar los ahorros a inversiones que nos traigan más beneficios (tanto a corto como largo plazo).

Además de las deudas pendientes y posibles inversiones, los ahorros están especialmente pensados para:

• Emergencias
• Planes de pensiones
• Proyectos a largo plazo
• Gastos a corto plazo fuera de lo habitual

Claves para que la regla del 50/30/20 funcione

Sencillo, ¿no? Ya ves que la regla del 50/30/20 es muy fácil de entender y poner en práctica. Solo tienes que dividir tus gastos en 3 grandes categorías y entender si tus ingresos y su distribución es suficiente para hacerles frente. Si no, algo tiene que cambiar.

En cualquier caso, tenemos una serie de recomendaciones para ti. Recomendaciones clave para que la regla del 50/30/20 funcione de verdad en tu día a día y no se quede solo en una muy buena idea, mal ejecutada.

Sinceridad ante todo

Una de las claves del éxito es que no te engañes. Que tengas la capacidad de ser sincero contigo mismo y puedas asignar correctamente cada gasto a la categoría que pertenece. Y es que muchas veces, el autoengaño juega un rol muy importante en nuestras finanzas.

Cuando dividas tus gastos es importante que realmente identifiques aquellos que son una necesidad y los que son deseos (por muy importantes que sean). Cuando tus finanzas sufren a final de mes es muy importante saber identificar aquellos gastos que consideramos indispensables pero que en realidad no lo son tanto.

Separación real entre categorías

La ejecución de la regla del 50/30/20 es igual de importante que su planificación. Una vez que tengas claras cada una de las categorías, te tienes que asegurar de que el dinero realmente está dividido. Que no puede haber confusiones.

Explora opciones disponibles en tu cuenta bancaria u otras apps de organización de finanzas. A veces, puedes destinar parte de tu dinero para un tipo de gasto y bloquearlo para otro. De esta forma, te aseguras no salirte del plan.

Repensar la estrategia siempre que haga falta

En finanzas, nada es para siempre. La situación puede cambiar de un día para otro y el plan puede dejar de ser útil. Por eso, es importante que siempre estés abierto a cambios y a reorganizarte. A adaptarte a nuevos escenarios.

Desde Moneyman te recomendamos que siempre que haya un cambio importante en tus ingresos o gastos (aumento del alquiler, por ejemplo) te pares a pensar si tu regla del 50/30/20 se ha visto afectada o necesita algún cambio. No hay nada mejor para estar al día.

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Como ves, en el mundo de las finanzas muchas veces la clave está en la sencillez. Una estrategia como esta te permite controlar, presupuestar y gestionar todos tus gastos de una forma fácil y segura. Y si lo ejecutas como toca, asegurarte de tener siempre el dinero que necesitas.

¿Por qué no empiezas hoy mismo? Coge papel y boli y empieza a organizar tus gastos en 3 categorías. Y después, comprueba que la distribución de tus ingresos es suficiente para hacerles frente.
¡Suerte!